Comienza la segunda etapa de la Clínica de Casos sobre violencias de género

El espacio es impulsado por el Plan de Acciones de la UNC. En el primer tramo se realizaron cuatro encuentros mensuales con amplia participación de sus integrantes. (15.08.2023)

En la Clínica participan referentes de los equipos de atención de situaciones de violencias de género de las unidades académicas, colegios pre universitarios y otras dependencias. Es  coordinada por la Comisión interdisciplinaria del Plan de Acciones y Herramientas para prevenir, atender y sancionar las violencias de género en el ámbito de la UNC. La finalidad de esta instancia es promover una articulación permanente entre los equipos técnicos de los espacios institucionales, que permita el análisis de casos sobre violencias de género que se presentan en el ámbito universitario y el diseño de posibles estrategias para su abordaje.

¿Qué es una Clínica de Casos y por qué es necesario contar con un espacio de estas características en la UNC?

La Clínica de Casos es un dispositivo en el que las personas que participan estudian un determinado caso, analizan cómo fue su tratamiento y evalúan si fue acertado o qué otras intervenciones pudieron haberse adoptado. Dadas las características del espacio, se torna una herramienta enriquecedora porque a partir de los distintos puntos de vista, se construyen conocimientos interdisciplinarios para tratar los casos de violencia de género en el ámbito de la UNC.

Cabe mencionar que quienes participan cuentan con designación institucional vigente  y toda la información que se comparte es absolutamente confidencial.

¿Cómo es la dinámica de trabajo?

Se pueden identificar al menos tres momentos. En el inicio se comparte la lectura de un caso propuesto previamente, ya sea por la Comisión Coordinadora del Plan de Acciones o bien por referentes de las unidades académicas y dependencias. La selección de los casos atiende tanto a la repetición de aspectos comunes en el historial de atención cuanto a la complejidad de las intervenciones.

En una segunda instancia, se describe brevemente cómo fueron tratados esos casos de violencia de género para tomar conocimiento y eventualmente despejar dudas de algún paso administrativo indicado en el documento que no haya quedado claro. Posteriormente se hace un análisis de cómo fue el procedimiento, el camino que tomó la denuncia o consulta, los tiempos que llevó, las diferentes respuestas de las áreas involucradas, qué aspectos se deben considerar respecto a la normativa vigente y específicamente el rol que tuvo el Plan de Acciones.

En el cierre de cada encuentro, se realiza una evaluación destacando los aspectos a mejorar, reforzar o modificar. La revisión de las herramientas institucionales con que cuenta la UNC hasta el momento, las acciones orientadas a la sensibilización sobre género y la sistematización de datos estadísticos, son aspectos que se discuten en el plenario final, toda ella información necesaria para elaborar diagnósticos a fin de ajustar las líneas de acción o diseñar nuevas estrategias.

En cada Clínica surgen diferentes interrogantes ante la lectura de los casos, algunos de esos son: ¿qué sucede cuando se presencia actos de violencia de género?, ¿qué hacer cuando la persona denunciada retoma sus funciones o actividad en la UNC?, etc.

Como respuestas a estos interrogantes, se generan propuestas de abordaje colaborativo. A continuación, se comparten algunas de las propuestas de la primera etapa de la Clínica de casos.

Primeras conclusiones y propuestas de abordaje
Las personas participantes reconocen a la Clínica de Casos como un espacio necesario y de gran utilidad, ya que en el intercambio de experiencias se enriquecen los modos de abordaje, considerando las particularidades de cada situación y en relación al marco jurídico de aplicación. Además, permite la identificación de herramientas, técnicas e intervenciones.
La necesidad de revisar de manera sistemática los procedimientos de actuación y aplicación dentro de los marcos normativos institucionales.
Se considera necesario reforzar las instancias de sensibilización, sobre todo en las áreas administrativas que tramitan la denuncia. En ese sentido, es fundamental continuar y profundizar con las acciones que se impulsen en el marco del programa de formación de la Ley Micaela.
Se identifica la necesidad de trabajar de manera articulada junto a las áreas de salud mental, sobre los casos de varones involucrados en una situación de violencia que tienen padecimiento subjetivo.
Se expone como demanda puntual generar marcos generales de procedimiento, como protocolos, que pauten una serie de estrategias a implementar cuando la persona denunciada (por ejemplo suspendida) se reincorpora a la institución o dependencia.
En cuanto a los equipos de atención y de acompañamiento frente al abordaje de las situaciones de violencias de género de las unidades y otras dependencias. Se menciona la necesidad de establecer un presupuesto  mayor  para garantizar la conformación  permanente de equipos de trabajo en las unidades académicas y dependencias para mejorar y dar continuidad a la atención y sensibilización.
Se destaca la importancia de que la Subsecretaría Legal y Técnica cuente con profesionales con formación en género.
En cuanto al registro de consultas y/o denuncias por motivo de género, se considera fundamental contar con un sistema informático para tal fin ya que permite un registro formal y confidencial, valorándose la utilidad de contar con el sistema de registro “Yarken” tanto en el área central como en cada unidad académica y dependencia.
Por último, se valora la importancia del equipo interdisciplinario de Atención del Plan de Acciones donde tanto las personas de nuestra comunidad universitaria como  los referentes de género de las unidades académicas pueden acudir, las veces que consideren necesario, tanto para realizar denuncias, consultas personales sobre hechos de violencia de género o consultas institucionales sobre este tema.

A partir de mañana, 16 de agosto, se retoman los encuentros mensuales hasta fin de año.