Objetivos y Fundamentos

Las múltiples y profundas complejidades relacionadas con los contextos de encierro, necesariamente deben constituir una temática que llame a la Comunidad Universitaria a participar, a reflexionar, y a reclamar protagonismo. La Universidad Pública, además de promover instancias educativas, fomentar el conocimiento a través del pensamiento crítico y la investigación científica, debe mostrar, a través de su brazo extensionista, un claro compromiso social, involucrándose activamente con aquellas realidades que son parte del entorno en el que la Universidad ejerce sus roles.

Considerando, que el ejercicio de los derechos en contextos de encierro, entre ellos, la educación, se ve atravesado y usualmente lesionado por problemáticas de diversa índole, le corresponde la Universidad asumir un rol activo en la defensa de la educación universitaria pública en dichos contextos, la que fue lograda y concebida como un derecho elemental que excede las cuestiones académicas y se erige como un derecho fundamental, como uno de los modos más efectivos para brindar oportunidades, acercar distancias y promover el empoderamiento y la autoconcepción del sujeto que ha sido privado de la libertad física, como sujeto de derecho, como sujeto con derechos que le son propios. En esa línea, el compromiso de los actores universitarios se vincula con la lucha por el mantenimiento y la defensa del derecho de acceso a la educación, no como mera enunciación, sino como un verdadero compromiso social e institucional.

La temática merece ser abordada desde distintas miradas, que enriquezcan la reflexión crítica, amplia y plural, lo que requiere una coordinación de esfuerzos y articulaciones entre diversos sectores de la sociedad, promoviendo la transparencia y la participación, de parte de las instituciones estatales, organizaciones sociales, y en especial, de distintos actores de la sociedad civil.

La defensa del derecho al acceso a la educación en contextos de encierro adquiere singular relevancia además, cuando se lo piensa en relación al derecho a obtener y acceder a un trabajo, compromiso en el que la educación es un factor positivo, que sin ser suficiente, permite brindar herramientas y recursos al sujeto, siendo, de ese modo, un eslabón en el camino hacia la integración laboral.

La educación, y particularmente, la educación como factor de inclusión social ha adquirido, constitucional y convencionalmente el rango de derecho humano fundamental, y funciona como uno de los presupuestos para el conocimiento y acceso al resto de los derechos que nos asisten, favoreciendo el desarrollo integral de la persona.

En contextos de encierro, los ámbitos educativos se convierten en importantes espacios comunitarios, en los que se comparten las etapas del proceso de enseñanza-aprendizaje,  se intercambian vivencias, sensaciones, son instancias de comunicación y diálogo, y funcionan como puentes entre la vida intra y extra muros, por ello, defender y ampliar esos espacios se muestra como una clara prioridad.

Por tales razones, son propósitos del programa:

  • Generar espacios de debate sobre temas atinentes a la educación en contextos de encierro.
  • Promover la construcción de un espacio amplio y articulador entre la universidad, sus actores, las organizaciones sociales y los órganos estatales encargados de la ejecución de las sanciones privativas de la libertad, con el fin de analizar y buscar alternativas de acción frente a problemáticas emergentes de la vida intramuros desde el enfoque de los derechos humanos.
  • Proveer asistencia y asesoramiento técnico desde el enfoque de derechos humanos, para la formación de personal que desempeñe tareas en contextos de privación de la libertad.
  • Difundir trabajos e investigaciones vinculados a la educación y el ejercicio de los derechos en contextos de encierro.
  • Coordinar planes de acción y de intervención afines a las problemáticas planteadas en las investigaciones.
  • Promover la participación estudiantil en actividades extensionistas en contextos de encierro.
  • Analizar el impacto social y subjetivo de las distintas experiencias educativas en contextos de encierro.
  • Promover el trabajo conjunto, con criterio plural, de todos los actores de la comunidad universitaria, que participen en actividades socio-educativas en contextos de privación de la libertad, facilitando y articulando las propuestas existentes y motorizando nuevas iniciativas.
  • Planificar líneas de acción conjunta con el resto de los programas existentes en la SEU en materia de derechos humanos.
  • Incorporar la perspectiva de género de manera transversal, en los planes de trabajo y acciones a desarrollar.