5 años del grito Ni Una Menos

Este 3 de junio se cumplen 5 años del grito Ni Una Menos. Un grito que fue la expresión masiva del hartazgo frente a las violencias de género. Con esta consigna la sociedad salió al espacio público para decir BASTA DE FEMICIDIOS.
 

La convocatoria inicial partió de un grupo de mujeres periodistas y comunicadoras y logró instalar en la agenda pública el histórico reclamo del Movimiento de Mujeres y Feministas por las violencias de género que sufren mujeres y diversidades sexuales.

Desde el retorno a la democracia, la responsabilidad del Estado y de los gobiernos en el abordaje de las violencias de género y en la implementación de políticas públicas con esta perspectiva ha sido un eje central en la organización y los reclamos de las mujeres.

El Ni Una Menos fue y es una acción colectiva  que evidenció la preocupación social  por el aumento de femicidios y posibilitó el surgimiento de nuevos espacios de debate y discusión, contribuyendo a la visibilización de las problemáticas en torno a las violencias de género. En materia de políticas públicas la creación de ministerios, comisiones, programas y áreas específicas son el resultado de la construcción colectiva, todo lo cual permite contar con espacios en los distintos niveles de gestión estatal. En el campo de la comunicación las conquistas son innumerables, siendo quizás la más simbólica y significativa que se lograra desterrar de los medios periodísticos la expresión “crimen pasional” para nombrar a los asesinatos de mujeres por el sólo hecho de serlo, reemplazando tal eufemismo por la expresión precisa de femicidios o feminicidios.

El camino que falta recorrer aún es largo y sinuoso. Hoy más que nunca son necesarias las estadísticas, los datos de las violencias de género, construidos desde todos los niveles estatales con competencia en la temática a los fines de lograr el diseño y la implementación de medidas eficaces. Resulta imprescindible profundizar la investigación para mejorar en la atención de las violencias, en el cuidado de los niños, niñas y adolescentes afectados y afectadas por las violencias de género en el ámbito intrafamiliar o que quedan sin cuidados parentales a partir del  femicidio de sus madres. 

Hoy resulta impostergable ocuparse de la prevención, profundizando la sensibilización en torno a las temáticas de género, roles, estereotipos y masculinidades, impulsando la efectiva implementación en todos los niveles educativos de la Educación Sexual Integral, continuando con la capacitación de todos los agentes de los tres poderes del Estado en función de lo dispuesto por la Ley Micaela y, en definitiva, aportando para la construcción de herramientas técnico-conceptuales-vivenciales para el abordaje de las violencias. No deja de ser imperativa la exigencia de mayor presupuesto para todos y cada uno de estos aspectos.

Desde la Universidad Pública, reafirmamos nuestro compromiso con la construcción de una universidad equitativa, igualitaria y libre de violencias de género.

Unidad Central de Políticas de Género
Universidad Nacional de Córdoba

Imagen: Colectivo Manifiesto