Un estudio del Observatorio de Córdoba ofrece datos esenciales para la defensa planetaria

La investigación realizada en el sistema binario de asteroides Didymos y Dimorphos aporta información sobre el material que expulsan fuera de su órbita. Esto es crucial para proteger las misiones espaciales programadas de posibles colisiones. [24.05.2023]

Los asteroides cercanos a la Tierra (Near Earth Asteroids o NEA, por sus siglas en inglés) son aquellos que se encuentran a menos de 1.3 unidades astronómicas de nuestro planeta (alrededor de 350 millones de kilómetros de distancia). La mayoría son inofensivos y sólo “pasan cerca”. Pero otros, debido a su tamaño y a la distancia, representan una amenaza potencial por las consecuencias de un eventual impacto contra la superficie terrestre.

Es por eso que gran parte de la comunidad científica mundial y agencias espaciales como la Agencia Espacial Europea (ESA) y la Nasa tienen programas de monitoreo y estudio de estos objetos celestes.

Existen diversos tipos de asteroides según su espectro y composición. Por su estructura interna, podemos diferenciar a los asteroides monolíticos y a los “pilas de escombro”. La característica principal de estos últimos es que se formaron a partir de los restos que dejó la colisión catastrófica entre asteroides de gran tamaño. Son, literalmente, un aglutinado de rocas individuales e irregulares, que sólo se encuentran unidas por atracción gravitatoria y fuerzas de rozamiento.

En general, las pilas de escombros son pequeñas, con diámetros menores a 10 kilómetros. De acuerdo a la teoría, cuando la velocidad de rotación sobre su eje es muy elevada (menor a 2,2 horas), la fuerza centrífuga es mayor a la gravitatoria y, en consecuencia, tenderían a expulsar material. Pero en ciertos casos esto no se ha observado. Una de las preguntas, aún sin respuesta, es: ¿cómo logran mantener su forma y por qué no se desintegran?

Una investigación liderada por Nair Trógolo, astrónoma del Observatorio Astronómico de Córdoba (UNC), aportó una posible respuesta. Su trabajo se concentró en Didymos, un sistema binario de asteroides ubicado aproximadamente, en su pasaje más cercano, a 10 millones de km de la Tierra.

Didymos está compuesto por Didymos A (el principal, de 780 metros de diámetro) y Dimorphos (de sólo 160 metros de diámetro), que se encuentra orbitando al primero. Su elección como objeto de estudio no es casual. La Nasa y la ESA enviaron conjuntamente la sonda experimental Dart y enviarán en 2024 la misión Hera para estudiar su composición y su estructura interna.

El estudio realizado en el OAC tiene un objetivo fundamental para las agencias que enviarán la misión Hera: conocer si Didymos está eyectando material fuera de su órbita, lo que permitiría programar la trayectoria de la sonda para resguardarla de posibles colisiones con estos fragmentos desperdigados en el espacio cercano.

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