La Sofía Cartonera, la editorial escuela que busca desacralizar el libro

Desde 2012, la Facultad de Filosofía y Humanidades lleva adelante un programa de extensión cuyo objetivo es producir libros invirtiendo la lógica habitual del mercado editorial, para lograr que estos materiales lleguen a toda la comunidad a un precio accesible. Una curiosidad: las tapas siempre están hechas de cartón comprado a los “cartoneros” que recuperan ese material de la calle. El catálogo incluye autores consagrados, nóveles argentinos y escritores latinoamericanos. La iniciativa se presentó en la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires. Curiosos por Naturaleza emitirá un especial sobre esta exposición el domingo, a las 21, por Canal 10.  [03.05.2017]

La Sofía Cartonera nació inspirada en otra editorial de similares características de la provincia de Buenos Aires: la Eloísa Cartonera, fundada por Washington Cucurto y Javier Barilaro en el 2003.

Cecilia Pacella es coordinadora del programa de extensión La Sofía Cartonera, dependiente de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la UNC. Ella quien estuvo a cargo de la presentación del programa en la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires.

¿Cómo nace el proyecto?

A partir de una experiencia que tuvimos en 2011, en la facultad, cuando vino de visita Washington Cucurto, fundador de La Eloísa Cartonera. Él participaba de un congreso y trajo libros de su editorial. Y allí pasó algo que nos costó entender en un principio: los estudiantes se agolparon en el stand de libros tratando de comprarlos, pero también queriendo conocer a los autores. Así que de pronto ese espacio se convirtió en una clase de literatura, porque Cucurto explicó quiénes eran esos autores, de dónde venían, las particularidades de sus obras…. Y eso pasaba afuera de las aulas, en los pasillos de la facultad.

Ese fue el disparador para comenzar a pensar en la Sofía Cartonera…

Exacto. La iniciativa surge de preguntarnos –como docentes– qué había en esos libro, por qué atraían la atención de esa forma y cómo podíamos nosotros llevar esa experiencia a la UNC, para que nuestros estudiantes se formen en un proyecto que tenga las características de revisar lo que nosotros pensamos sobre el libro, de cuestionarlo, de analizarlo y de poder crear espacios de edición colectivos. A partir de ahí generamos esta iniciativa de extensión, que se sostiene con un proyecto editorial autofinanciado con la venta de los libros.
Son muy baratos, a pesar de que les compramos el cartón a los cartoneros a un precio muy superior al que les pagan las empresas de reciclado. Pero de todas maneras sigue siendo muy económico para que la gente pueda acceder a ellos, pueda acercarse a la literatura…

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