Ni un paso atrás en políticas universitarias de género

El 8 de marzo se conmemora el Día Internacional de la Mujer, fecha que a lo largo de los años ha movilizado a millones de personas en el mundo, para pedir, exigir y reclamar a los Estados y gobiernos por una serie de derechos humanos fundamentales, como el poder transitar por una vida libre de violencias de género.

En ese marco, la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), impulsora de acciones que permitieron realizar modificaciones a un sistema desigual, que durante mucho tiempo privilegió a determinado sector de la sociedad, por sobre otros; renueva el compromiso para trabajar, investigar y promover prácticas que permitan alcanzar la justicia, la equidad y la igualdad. Sobre todo, en las poblaciones que han sido postergadas históricamente como la de las mujeres y otras identidades (lesbianas, travestis, transgéneros, transexuales, bisexuales y personas no binarias). 

Hoy más que nunca, así como supieron hacer quienes formaron parte de la gesta histórica de La Reforma, hecho que transformó la vida universitaria de América Latina; nuestra Casa de Estudios promueve e invita a toda la comunidad a contribuir con esa transformación, a fin de saldar una deuda y reconstruir un pasado marcado por la falta de reconocimiento hacia las mujeres cuyo rol y participación han sido fundamental en cada acción emprendida.

Desde la UNC se han implementando políticas universitarias de género para cambiar esa historia, asumiendo la responsabilidad, invitando al diálogo desde la diversidad de miradas, con pluralidad de posturas, hacia la construcción de mecanismos que nos permitan abordar la multiplicidad de problemáticas que traen aparejadas la carencia de la perspectiva de género en todos los ámbitos. Algunas propuestas llegaron de la mano de la primera Rectora mujer en casi 400 años de historia universitaria, a partir de las cuales se ampliaron y fortalecieron de acuerdo a la implementación y el contexto, lo que permitió a su vez generar nuevas políticas que  ya estaban en marcha, como: 

  • La jerarquización del Programa de Género de la Secretaría de Extensión Universitaria en la Unidad Central de Políticas de Género (UNICEPG) en 2019; lo que implica depender directamente de Rectorado.
  • La creación de espacios de atención, acompañamiento y sensibilización en el Área Central en el 2016, y como parte de ello, el rol asumido por parte de casi todas las unidades académicas y colegios preuniversitarios, que continúan y profundizan esta política permitiendo el diseño y la articulación de herramientas para el abordaje de las violencias desde una perspectiva de género.
  • La adhesión e implementación de la Ley Nacional N° 27.499 “Ley Micaela”, de formación obligatoria en género destinada a trabajadoras/es que desempeñan labores en los claustros docentes y nodocentes y para funcionarias/os de la UNC.  Lo que implicó la planificación y ejecución de cursos de formación virtuales, conferencias y talleres. 
  • La modificación del Reglamento de Investigaciones Administrativas en clave de género promovido y coordinado por la UNICEPG, redactado por abogadas expertas en el tema y con aportes de los espacios de género de la UNC que constituyen la Mesa de Áreas de Género (integrada por personas designadas por sus facultades, así como docentes, nodocentes y estudiantes). A su vez, fueron consultados los gremios de los tres claustros, consiliarios/as estudiantiles, funcionarios y funcionarias universitarias e integrantes de la Dirección de Sumarios y de Asuntos Jurídicos de la UNC. Cabe destacar que el proyecto de reforma fue aprobado de manera unánime por el Consejo Superior de la UNC en la última sesión del 2020, siendo nuestra universidad pionera en una norma de esta características.
  • La contratación de dos abogadas sumariantes especializadas en materia de Género

Estas son solo algunas de las acciones que se están llevando en materia de política universitaria de género en la UNC. Sabemos que todavía falta un largo camino por recorrer, y somos conscientes que para seguir avanzando es necesario y urgente asumir la responsabilidad que nos compete como ciudadanía en la modificación de determinadas conductas naturalizadas y arraigadas en un sistema que continúa reproduciendo las desigualdades de género. Para sortear esas barreras y terminar con las expresiones que limitan el desarrollo pleno de mujeres y otras identidades en todos los ámbitos, es indispensable aunar saberes y conocimientos desde la interdisciplinariedad, la interinstitucionalidad y la interseccionalidad, sabiendo que la multiplicidad de miradas enriquecen y fortalecen los logros con el fin de alcanzar la tan ansiada equidad e igualdad entre los géneros.

Cada 8 de marzo tiene que seguir siendo una oportunidad de visibilización de las metas alcanzadas, pero también de reconocer las materias pendientes, para que esas luchas promovidas desde los movimientos de mujeres, feministas y de la diversidad, que suceden en simultáneo en todas partes del mundo, sigan aportando a cuestionarnos las normas que naturalizan las violencias y desigualdades, y permitan ampliar la conciencia de aquellos  derechos que aún nos faltan conquistar. Porque desde la Universidad podemos aportar a la comunidad, contribuyendo de distintas maneras a la transformación de los patrones socioculturales, que se manifiestan en conductas, sistema de creencias y estereotipos que sostienen la desigualdad; para construir una comunidad de vida más justa, solidaria, igualitaria y equitativa.   

Unidad Central de Políticas de Género
Universidad Nacional de Córdoba
Córdoba, 8 de marzo de 2021