La UNC otorgó el título de Doctor Honoris Causa a Jaime Rodríguez-Arana Muñoz

En una ceremonia realizada en el Salón de Grados del Rectorado Antiguo, la Casa de Trejo entregó el título de Doctor Honoris Causa a Jaime Rodríguez-Arana Muñoz, en reconocimiento a su trayectoria académica y su contribución al pensamiento jurídico y al fortalecimiento institucional.

Rodríguez-Arana Muñoz es catedrático de Derecho Administrativo en la Universidad de La Coruña (España), director del Foro Iberoamericano de Derecho Administrativo y presidente del Instituto Internacional de Derecho Público. A lo largo de su trayectoria, desarrolló una vasta producción académica centrada en el derecho administrativo, la buena administración y el servicio público. Su obra es referencia en Europa y América Latina, y ha contribuido al fortalecimiento institucional desde la docencia, la investigación y el asesoramiento en organismos internacionales y universidades de distintos países.

El acto estuvo encabezado por la vicerrectora Mariela Marchisio, quien hizo entrega formal de la distinción, acompañada por el decano de la Facultad de Derecho (FD), Guillermo Barrera Buteler, y el prorrector de Fortalecimiento Institucional, Ramón Pedro Yanzi Ferreira. Participaron también autoridades universitarias; el decano electo de la FD, Carlos Toselli; representantes del Tribunal Superior de Justicia y del Ministerio Público Fiscal de Córdoba; autoridades de la justicia federal y provincial, y la presidenta de la Academia Nacional de Derecho y Ciencias Sociales de Córdoba. La comunidad universitaria, integrada por docentes, estudiantes y personal nodocente, también estuvo presente en la ceremonia.

Aportes al Derecho

La UNC reconoció a Rodríguez-Arana Muñoz como una figura central del derecho público contemporáneo, y destacó su aporte al desarrollo de marcos jurídicos que promueven una gestión pública transparente y respetuosa de los derechos fundamentales. El otorgamiento del doctorado Honoris Causa fue definido como una forma de valorar su legado intelectual, su prestigio internacional y su compromiso con la formación de una administración pública orientada al bien común.

En el marco del acto, el jurista español dictó la conferencia “Derecho administrativo y buena administración”, en la que analizó la evolución del derecho administrativo en el contexto europeo y su influencia en la calidad democrática de los Estados. “En Europa van a cumplirse 25 años desde que la Cámara Europea declarase derecho humano, fundamental de la persona europea, a una buena administración, que es aquella en la que las autoridades dictan disposiciones y actos objetivos, imparciales y en plazo razonable”, afirmó Rodríguez-Arana Muñoz.

También subrayó que los Estados sociales y los congresos de las administraciones públicas deben asumir estos parámetros como parte de su horizonte institucional. “Son criterios fundamentales que marcan el camino por el que deben avanzar gobiernos y administraciones públicas”, remarcó el jurista.

La presentación estuvo a cargo de Domingo Sesin, presidente del Tribunal Superior de Justicia de Córdoba y docente de la Facultad de Derecho. En su intervención resaltó la sintonía entre el pensamiento del jurista y la misión de la universidad pública. “Ambos, la universidad y el académico, coinciden en una idéntica vocación: abrirse a lo universal para comprender al ser humano”.

En este sentido, Sesin agregó: “En un tiempo de controversias intolerantes e ideologías extremas, Rodríguez-Arana Muñoz enseña que la alianza entre libertad y solidaridad es hoy más que nunca necesaria. Quienes cultivamos el derecho administrativo debemos levantar la voz y proclamar que el interés general no ha muerto en las manos de la eficacia del mercado”.

Durante la ceremonia, Rodríguez-Arana Muñoz expresó su agradecimiento a la Universidad Nacional de Córdoba por el reconocimiento recibido. En sus palabras destacó el valor simbólico e institucional del título otorgado por una de las universidades más emblemáticas de América Latina. “Este acto es una invitación a seguir construyendo puentes entre el derecho y la democracia, entre la gestión pública y los derechos fundamentales. Que esta distinción sirva para renovar nuestra vocación de servicio público y académico”, valoró el jurista.