Especialista internacional disertó en la UNC sobre el desmantelamiento patrimonial del crimen organizado

El italiano Emiliano Cottini, autor del proyecto “Bien Restituido para el desmantelamiento patrimonial de la delincuencia organizada y el fortalecimiento de la sociedad civil”, fue invitado por la UNC y el Consulado de Italia a dar un seminario. Su iniciativa ha sido seleccionada por la Delegación de la Unión Europea en Argentina dentro de más 300 propuestas y comenzó a rodar en marzo de este año. (19.11.2021)

“Bien restituido, una ocasión para devolver a la sociedad lo quitado por las mafias” fue el título del seminario que el pasado jueves ofreció el italiano Emiliano Cottini en el Salón de Grados del Rectorado Antiguo de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC).

El encuentro, auspiciado por el Consultado de Italia en Córdoba y la UNC, contó además con la participación del juez federal Sebastián Casanello, quien apoya la iniciativa que impulsa Libera Italia.

Cottini, representante de Libera Italia, en 2020 redactó el proyecto “Bien Restituido para el desmantelamiento patrimonial de la delincuencia organizada y el fortalecimiento de la sociedad civil”, que ha sido seleccionado por la Delegación de la Unión Europea en Argentina dentro de más 300 propuestas y comenzó a rodar en marzo de este año.

La actividad contó con la presencia del rector Hugo Juri, el vicerrector Pedro Yanzi Ferreira y el decano de Derecho, Guillermo Barrera Buteler. También participó la Cónsul General de Italia en Córdoba, Giulia Campeggio. Además, estuvieron invitados jueces, fiscales y funcionarios del Poder Judical, entre ellos el juez Federal Alejandro Sánchez Freytes y la representante del Tribunal Superior de Justicia Aida Tarditti.

“La idea es darle una utilización social a los bienes incautados y decomisados en causas penales de nivel federal. Es un proyecto que se inspira en esta buena práctica que en Italia tenemos desde hace más 25 años de lucha contra el crimen organizado o mafia”, dijo Cottini al término del seminario.

La iniciativa, según Cottini, “es una de las estrategias más efectivas que hemos podido desarrollar en Italia para buscar alternativas a la presencia criminal en nuestro país. Y es justamente destinar los bienes que el Estado decomisa a la sociedad civil en términos de reparación. Hay víctimas directas del delito, pero toda la ciudadanía es indirectamente víctima de este flagelo en nuestros territorios”, indicó.

Este experto es licenciado en Ciencias Políticas y desde 2004 se desempeña en la coordinación de proyectos de desarrollo social y promoción de los derechos humanos en África del oeste y América Latina.

“Desde 1996 tenemos una ley que permite al Estado, una vez que los bienes son incautados por la Justicia, ser restituidos a la sociedad civil, con un sentido de reparación de daño de las víctimas directas, pero también de la sociedad en su conjunto. Esto no sólo le da protagonismo a la sociedad civil, sino que la ayuda tomar su parte de responsabilidad en la lucha contra las mafias. Entonces, la iniciativa fortalece a la sociedad civil que no quiere delegar toda la responsabilidad al Estado. Como sociedad civil podemos actuar en términos de cambios culturales y de reconstrucción de confianza en las instituciones”, destacó.

“Desde marzo de este año, en Argentina hemos generado actividades, convocatorias, para que no se perciba como una iniciativa privada o de un determinado grupo de organizaciones sociales y civiles. Estamos trabajando para que más entidades se sumen. Hemos generado diálogos e intercambio con las asociaciones de jueces y fiscales federales de Argentina y los magistrados italianos, para que el Poder Judicial esté involucrado desde el inicio en este proyecto”.

En relación a si en nuestro país existen leyes equivalentes, Cottini dijo: “Argentina tiene leyes que permiten la restitución social de los bienes incautados por la Justicia. Pero esas leyes ya tienen varios años. Por eso, la idea a mediano plazo es presentar al Poder Ejecutivo un proyecto de ley que reorganice todas las leyes existentes y lograr que la reutilización social de los bienes sustraídos a la delincuencia organizada puede ser más fluida a través de una política pública. En el caso de Italia, nuestro Código Penal tiene el artículo 416 bis, único país en el mundo, que define la asociación criminal de tipo mafioso, que no solo es por los delitos que se cometen sino por su modalidad. En Argentina, entrarían los delitos de rango federal”.

Sobre el costo social y político que implicó poner en marcha este proyecto en Italia, el experto agregó: “En 1995 y 1996, cuando se aprobó la ley, mediante la recolección de un millón de firmas, Italia vivió uno de los tiempos más complicados de su historia reciente en relación al crimen organizado. La Cosa Nostra siciliana tenía una estrategia de ataque frontal contra el Estado y se agravó después del mega proceso de Palermo que concluyó con la condena a cadena perpetua de muchos líderes de la mafia. Como reacción, la mafia siciliana hizo una demostración de fuerza atacando a figuras claves del Estado. Fue un momento crítico, para al mismo tiempo muy significativo para la sociedad civil que entendió que ya no podía delegar todo al Estado, no por falta de confianza, sino porque vio que quizá lo que hacía falta para luchar contra el crimen organizado (con más de dos siglos de lucha en Italia) era una mayor participación de las y los ciudadanos”.

En ese marco, Cottini explicó que no fue un proceso fácil implementar este proyecto en Italia. “En Italia tenemos víctimas inocentes de la mafia, más de mil de nombres. La mafia ahora mata mucho menos. Se ha transformado en una mafia económica, no menos violenta pero que usa otras modalidades operativas, más finas, aprovechando de una manera óptima las oportunidades que se generan a partir de la apertura los mercados a nivel global. La mafia ha producido muchas muertes de aquellas personas que percibía como sus principales enemigos: magistrados, fiscales, miembros de las Fuerzas Armadas, policías y periodistas”, expresó.

“Libera se crea como un espacio de participación de las y los ciudadanos para sumir su cuota de corresponsabilidad y colaborar con el Estado en su lucha contra las mafias. Los números de la última década indican que la mafia mata menos, porque ya no le es necesario matar. Las mafias tienen una gran capacidad para adaptarse, de mutar. Adaptarse a nuevos escenarios. Por caso, con la pandemia es difícil medir los efectos que esto ha tenido en las organizaciones mafiosas. Porque frente a la crisis sanitaria y económica, ahí es donde la mafia encuentra terreno fértil porque el Estado no llega a dar soluciones”, completó el italiano.