Dos egresadas de la UNC, becadas por la Fundación Obama

Valentina Primo y Antonella Perrone fueron seleccionadas como líderes mundiales para el programa de formación Obama Scholar, en Estados Unidos. Trabajan con emprendedores y comunidades que están “fuera del radar”, en muchos países. Valentina señaló que la UNC le dio una formación académica de enorme calidad y una base intelectual que la acompaña hasta hoy. (03.10.2025)

 

“Mi esperanza es que a través de este programa podamos expandirnos a escala global y cambiar la narrativa sobre la inmigración”, dice Valentina Primo (40), egresada de la hoy Facultad de Ciencias de la Comunicación de la UNC y fundadora de Startups Without Borders, un ecosistema emprendedor trasnacional que inspira, capacita y conecta a migrantes y refugiados en más de 15 países de Medio Oriente, África y Europa.

Primo es una de las dos cordobesas seleccionadas por la Fundación Obama como líderes mundiales para participar de la octava formación de cohorte de Obama Scholar en la Universidad de Columbia en Nueva York o en la Universidad de Chicago durante 2025-2026.

La otra es Antonella Perrone (36) directora de Operaciones (Coo) de Xcapit, compañía dedicada al diseño y la implementación de bienes públicos digitales y soluciones de blockchain para promover la inclusión financiera en comunidades sin acceso a internet ni a servicios bancarios.

Perrone es ingeniera civil, egresada de la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de la UNC, donde también realizó estudios de MBA. 

Cursó Management Engineering en el Politecnico di Milano y participó en el programa Global Management in Asia en Essec Business School en Singapur.

Conectar y capacitar

Valentina, que cursó una Maestría en Estudios de Paz de Cooperación Internacional, Derechos Humanos y Políticas de la UE de la Università degli Studi Roma Tre, en Italia, también fue reconocida con el premio Women in Excellence, del Women Economic Forum.

Desde Estados Unidos, explica mejor qué es Startups Without Borders: “Nace de mi experiencia en Egipto y Medio Oriente, a donde me trasladé después de la Primavera Árabe. Viví allí durante 6 años y, como periodista, entrevisté a cientos de emprendedores que estaban reinventando la región con enormes dosis de ingenio y resiliencia, y sin recursos ni respaldo institucional. Entre ellos, conocí emprendedores refugiados e inmigrantes, y quedé profundamente inspirada de ver cómo no sólo reconstruían su vida desde cero, sino que además se animaban a lanzar proyectos emprendedores en un país nuevo. A partir de esa experiencia decidí fundar Startups Without Borders, que conecta y capacita a emprendedores migrantes para que puedan acceder a redes, formación y oportunidades de inversión. Con un ecosistema que reúne a más de 20 mil emprendedores, 200 inversionistas y 400 entidades públicas y privadas, colaboramos con instituciones como Acnur, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, Meta y Google, uniendo el mundo humanitario con el ecosistema tecnológico para empoderar emprendedores que están "fuera del radar".

-¿Qué expectativas tenés de tu participación en el programa de la Fundación Obama?

-Tiene un significado profundo porque llega en un momento en el que el trabajo con inmigrantes y refugiados es más importante que nunca. Los últimos dos años han sido extremadamente difíciles para nuestra organización y para las comunidades con las que trabajamos en Medio Oriente. Cuando fundé la empresa en Egipto, la crisis de refugiados de Siria estaba en el epicentro de las emergencias humanitarias mundiales. A través de nuestro trabajo en países en conflicto (como Líbano, Irak, Palestina) hemos visto a jóvenes en los contextos más difíciles creando startups. Hoy, 7 años después, la realidad es muy distinta. Esta oportunidad llega en un momento que me permite fortalecer mi liderazgo, comprender los cambios globales y diseñar estrategias para un mundo que está cambiando muy rápidamente.

-¿Qué es lo que más rescatarías de tu formación en la UNC?

-Me dio una formación académica de enorme calidad y una base intelectual que me acompaña hasta hoy. He estudiado en Italia y ahora en Estados Unidos, pero fue en la UNC en donde aprendí a pensar de manera crítica y a mirar el mundo más allá del etnocentrismo europeo, conectándome con las realidades del sur global. Salí de la Escuela de Ciencias de la Información con una enseñanza que marcó mi camino: cuestionar las narrativas dominantes. Aprendí a abordar la verdad no a través de los titulares, sino las historias que se escondían entre los márgenes. 

-¿Qué es ser hoy una emprendedora?

-Nunca imaginé que iba a ser emprendedora. La inspiración para dar el primer paso nació de haber conocido a tantos fundadores que, en los contextos más difíciles, lanzaban startups innovadoras sin ningún tipo de apoyo. Desde el inicio, emprender significó reinventarme y aprender, desde cómo elaborar un presupuesto o una proyección financiera, hasta cómo enfrentar las crisis que inevitablemente aparecen en cualquier sector. Pero, sobre todo, ser emprendedora es un camino de crecimiento personal y de transformación constante. A medida que la empresa crece, también crecen los desafíos, en un mundo que cambia de manera vertiginosa. 

-¿Cómo ves desde afuera la Argentina?

-La veo atravesada por una fuerte polarización, y creo que eso atenta contra la posibilidad de diálogo, que es esencial para una democracia. Muchas conversaciones sobre impacto social hoy se tiñen de partidismo, y creo que eso debilita el pensamiento crítico y alimenta los fanatismos. Por otro lado, creo que Argentina tiene un potencial extraordinario para convertirse en una verdadera economía del conocimiento. Somos una cultura que “ata las cosas con alambre”, como dice la canción, y esa metáfora conlleva una creatividad para encontrar soluciones que es esencial a la hora de la innovación. Creo que, como argentinos, debemos compararnos menos con otros países y preguntarnos más qué podemos aportar al mundo con nuestra mirada desde el sur y desde Latinoamérica, con nuestra cultura, y con el increíble talento que hay en el país.