Celebraron el día de los muertos en la UNC

Las facultades de Filosofía y Humanidades y Artes de la UNC realizaron, por segundo año consecutivo, una “InstalAcción” para celebrar y honrar a los muertos. Cientos de personas se acercaron al Pabellón México para participar de las  actividades propuestas. [03.11.2017]

Por segundo año consecutivo se realizó en Ciudad Universitaria una “instalAcción” para celebrar el Día de los Muertos. La actividad tuvo lugar el jueves 2 de noviembre. A lo largo de la jornada, en el patio del Pabellón México de Ciudad Universitaria, se llevaron a cabo distintas actividades con el objetivo de recordar y honrar a los muertos.

De este modo, la Universidad Nacional de Córdoba, a través de la facultad de Filosofía y Humanidades y la Facultad de Arte, se sumó a la conmemoración del día de los muertos, una tradición que tiene distintos orígenes pero un mismo sentir: recordar a todas las personas que fallecieron y evocar las vivencias junto a ellos.

Asimismo, la Legislatura de la Provincia de Córdoba declaró de interés legislativo la realización de esta “InstalAcción”, reconociendo el propósito de esta iniciativa de “construir un lugar de encuentro colectivo en el espacio público y de revalorización de la cultura latinoamericana en la riqueza de sus múltiples tradiciones”.

Honrar a los muertos y reencontrarse con los vivos

Se trató de una iniciativa conjunta, de convocatoria abierta, donde se celebró el día de los muertos, a través de una conmovedora ceremonia que habilitó un espacio común para compartir en la Universidad un conjunto de tradiciones y un singular cruce simbólico.

“La idea surgió básicamente de la necesidad de compartir espacios y experiencias. Desde un principio consideramos que la tradición de honrar a los muertos tiene que ser revalorizada, porque es importante darles las gracias, traerlos de nuevo a través de sus vivencias y sus anécdotas”, contó Gustavo Blázquez profesor de la carrera de Antropología y uno de los mentores de esta iniciativa y agregó que: “En ese quehacer de altares, guirnaldas y preparativos de todo tipo nos vamos encontrando y reencontrando, salimos de la rutina y nos conocemos un poco más, es una comunión de los vivos con los muertos pero también de los que todavía estamos presentes”.

Pasado el mediodía, comenzó el peregrinar de asistentes a la celebración. Con fotos de personas amadas que ya no están, cartas, velas y flores se acercaban al altar principal a presentar las ofrendas. Se trató de una experiencia movilizadora para muchos y una oportunidad de pensar la UNC como un espacio abierto y común para compartir sentimientos y rituales.

De altares, recuerdos y ofrendas

A diferencia del año pasado, en esta ocasión se levantaron cuatro altares en los distintos espacios del Pabellón México. El altar principal, adornado de flores y guirnaldas de múltiples colores, recibía las ofrendas de todos los visitantes y con el correr de las horas se fue colmando de fotos y cartas de agradecimiento para los seres queridos que están ausentes.

También había un altar dedicado a las muertes producidas bajo signos de violencias y/o autoritarismo. Allí, cerca de las 13 se convocaron algunas de las madres que aún reclaman justicia por sus hijos, para contar cómo eran esos jóvenes, a qué se dedicaban y cómo ellas sobrellevan la pérdida. Esta intervención estuvo a cargo de un grupo de investigadores del Museo de Antropología de la UNC quienes hace un tiempo presentan la muestra fotográfica “"Entre altares y pancartas. Imágenes, luchas y memorias de la violencia institucional".

Además fue parte de la jornada el “altar marica” levantado por Asociación de Travestis, Transexuales y Transgéneros de Argentina (ATTTA) donde se fueron desarrollando sentidos homenajes a las víctimas de tratravesticidios y transfemicidios como Azul Montoro y Laura Moyano, entre otras. 

Por último, desde Jujuy llegaron un grupo de mujeres con sus tradiciones para levantar el “altar de los muertos recientes” un espacio para conmemorar a los muertos del 2017, recordando especialmente las comidas y bebidas que ellos disfrutaban. Se trata de una costumbre de los Incas, que elaboraban panes y tortillas en honor a sus muertos nuevos.

Se compartió un almuerzo a la canasta y hasta las 23 horas, se disfrutó de buena música a cargo del DJ. Mar Atlántica. Por la tarde llegó el momento de las rondas de lecturas de textos literarios y poéticos, los cantos y las performances. Para los más pequeños también hubo actividades, porque desde el Programa de Promoción y Animación a la Lectura y a la Escritura (Propale) de la FFyH de la UNC se dispuso un lugar donde los niños podían acceder a libros de cuentos y objetos relacionados con la festividad.

Esta “InstalAcción” estuvo organizada por docentes, investigadores, estudiantes y nodocentes de las facultades de Filosofía y Humanidades y de Artes,  y contó con el apoyo de las Secretarías de Extensión de la FFyH y de la Facultad de Artes.